La Estación Espacial Internacional (ISS) representa el objeto orbital más grande creado por la humanidad, con unas dimensiones aproximadas de 100 x 73 metros. Orbitando la Tierra a una altitud de alrededor de 400 kilómetros y a una velocidad de 28,000 km/h, completa una órbita alrededor de nuestro planeta cada 95 minutos. Actualmente, seis astronautas de diferentes países residen y trabajan en la ISS, llevando a cabo investigaciones y experimentos en microgravedad.

Desde nuestra perspectiva en la Tierra, ocasionalmente presenciamos cómo la ISS cruza frente al sol o la luna, un fenómeno conocido como “tránsito”. Fotografiar estos tránsitos requiere una paciencia inmensa, ya que las oportunidades favorables para capturar la ISS con el mayor detalle solo se presentan unas pocas veces al año.

Además de la escasez de estas oportunidades, se requieren condiciones climáticas favorables. Dado que la zona de visibilidad tiene apenas unos 5 kilómetros de ancho, es fundamental posicionarse en el centro de esta ruta para capturar la ISS en todo su esplendor. Esto implica a menudo viajar a ubicaciones específicas propicias para montar el equipo, esperando el momento preciso para capturar la imagen perfecta. Estos tránsitos suelen durar apenas una fracción de segundo, no dejando margen para errores en el tiempo o la ejecución.